Reportaje: Dormir en la sierra, marcha nocturna desde Villaluenga...
Enviado por Alkelo
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Reportaje: Dormir en la sierra, marcha nocturna desde Villaluenga... 07-agosto-2009 03:37 |
Hola a tod@s...
Anoche nos fuimos 4 amigos a la Sierra de Grazalema a realizar una marcha nocturna y dormir en las cumbres. Nuestra idea al final fue subir al Navazo, pero me equivoqué de camino y finalmente no llegamos a su cima. Pasamos por otro piquillo cercano de 1.328 mts, al que apodamos como "navazo chico". Al menos coronamos una pequeña montaña, pero nos quedamos con las ganas de conquistar la cima del Navazo...
Quedamos a la salida de Sevilla para cenar algo. Comimos bastante bien y nos enredamos quizá un poco más de la cuenta. Pero no había prisa ninguna...
Sobre la 01:30 h llegamos a Villaluenga del Rosario y un poco después nos disponemos a empezar la marcha:
Manolo G. pasando por una de las portillas que atravesamos, esta a la postre sería crucial:
Y aquí nuestro otro Manolo L., atravesando la misma portilla:
En la noche las imágenes casi se reducen a tirar del flash. Aquí Ana, la fémina del grupo:
Y aquí el que suscribe este reportajillo, o sea, yo:
En uno de los tramos de subida, con la luna inundándolo todo de luz, siempre presente:
Ahora en verano, dada la cantidad de pasto que hay por todos lados, las semillas pinchudas y pegadizas, y las espigas, a veces se nos metían por los botines o los calcetines, y la verdad que eran bastante molestas...
De la mayor parte de la ruta no hay fotos. Como no conocía muy bien el camino y encima era de noche, había que ir muy concentrados en seguir una vereda en condiciones. Después nos daríamos cuenta que nos equivocamos en la dirección correcta. Subimos un piquillo, que resultó no ser el Navazo, el cual teníamos enfrente. Y dada la hora que era, decidimos bajar al collado y buscar un lugar donde dormir. Descorchamos una botella de vino, picamos algo, y nos dispusimos a dormir...
En un pequeño "llano", finalmente, nos metimos en nuestros sacos:
Manolo L. terminando de preparar su "cama" para pasar la noche. Al final nos echamos casi a las 5 de la mañana:
Por la mañana el paisaje cambia. Adquiere sus colores y luminosidad diurnos. Despertar en el vivac:
Aquí Manolo L. con su carilla de dormío, desperezándose en el saco:
Nos vamos incorporando todos y recogiendo el campamento:
Tomamos algo para desayunar antes de volver a Villaluenga. Ana trajo incluso algo de café. Cayó algún que otro croassant con chocolate... Desayuno al sol, que empezaba a "picar" ya temprano:
Y emprendemos el camino de regreso, con estos paisajes ante nosotros:
Nos disponemos a realizar un vertiginoso descenso:
A lo lejos observamos en primer término la Sierra de Líbar, y tras ésta las de Blanquilla y del Palo:
Seguimos la travesía con bonitas líneas serranas de horizonte y la Sierra de las Nieves al fondo:
Poco a poco nos acercamos a Villaluenga, con su peculiar plaza de toros cuadrada y su rústica fisonomía:
Caliza, pasto y encina... Por ahí hemos salido del tramo a media ladera de la Sierra del Caíllo:
Seguimos bajando por estas acusadas pendientes poco a poco:
Nos metemos en la canal que no cojimos la noche anterior, por lo que erramos nuestro camino:
Va quedando menos para llegar al pueblo, v apretando el calor de la mañana:
Nos fijamos en un pozo y hago esta curiosa foto:
Pozo con reptilianos y no pequeños habitantes incluídos:
Y ya sólo nos queda pasar esta última angarilla para llegar al coche:
Ana y Manolo L. en sus últimos pasos de la mañana:
Y por fin llegamos todos a los coches. Había ganas con el calor que empezaba a hacer:
Paramos a la vuelta en una venta y nos pegamos un buen desayuno. Y así terminó una bonita jornada nocturna en la que disfrutamos de un buen paseo por la sierra, bajo una inmensa luna llena, compartiendo la misteriosa noche en la naturaleza. Tuvimos la suerte de ver bastantes cabras monteses, que se movían en la noche como fantasmas, por su silencio y rapidez. Y vimos en la carretera un pequeño y precioso zorro que se dejó ver bastante.
Es una maravilla pasear bajo la luz de una radiante luna cuya luz inunda las sombras de la sierra de claridad...
Muchas gracias a Ana y los 2 Manolos por compartir tan estupenda velada andarina nocturna... Espero que repitamos pronto actividad...
Un saludo a tod@s y espero que os gusten las fotos y el reportaje...
Joaquín
P.D.: Espero con este intento de ser más puntual con los reportajes, ir colgando los tantísimos como tengo atrasados...
Anoche nos fuimos 4 amigos a la Sierra de Grazalema a realizar una marcha nocturna y dormir en las cumbres. Nuestra idea al final fue subir al Navazo, pero me equivoqué de camino y finalmente no llegamos a su cima. Pasamos por otro piquillo cercano de 1.328 mts, al que apodamos como "navazo chico". Al menos coronamos una pequeña montaña, pero nos quedamos con las ganas de conquistar la cima del Navazo...
Quedamos a la salida de Sevilla para cenar algo. Comimos bastante bien y nos enredamos quizá un poco más de la cuenta. Pero no había prisa ninguna...
Sobre la 01:30 h llegamos a Villaluenga del Rosario y un poco después nos disponemos a empezar la marcha:
Manolo G. pasando por una de las portillas que atravesamos, esta a la postre sería crucial:
Y aquí nuestro otro Manolo L., atravesando la misma portilla:
En la noche las imágenes casi se reducen a tirar del flash. Aquí Ana, la fémina del grupo:
Y aquí el que suscribe este reportajillo, o sea, yo:
En uno de los tramos de subida, con la luna inundándolo todo de luz, siempre presente:
Ahora en verano, dada la cantidad de pasto que hay por todos lados, las semillas pinchudas y pegadizas, y las espigas, a veces se nos metían por los botines o los calcetines, y la verdad que eran bastante molestas...
De la mayor parte de la ruta no hay fotos. Como no conocía muy bien el camino y encima era de noche, había que ir muy concentrados en seguir una vereda en condiciones. Después nos daríamos cuenta que nos equivocamos en la dirección correcta. Subimos un piquillo, que resultó no ser el Navazo, el cual teníamos enfrente. Y dada la hora que era, decidimos bajar al collado y buscar un lugar donde dormir. Descorchamos una botella de vino, picamos algo, y nos dispusimos a dormir...
En un pequeño "llano", finalmente, nos metimos en nuestros sacos:
Manolo L. terminando de preparar su "cama" para pasar la noche. Al final nos echamos casi a las 5 de la mañana:
Por la mañana el paisaje cambia. Adquiere sus colores y luminosidad diurnos. Despertar en el vivac:
Aquí Manolo L. con su carilla de dormío, desperezándose en el saco:
Nos vamos incorporando todos y recogiendo el campamento:
Tomamos algo para desayunar antes de volver a Villaluenga. Ana trajo incluso algo de café. Cayó algún que otro croassant con chocolate... Desayuno al sol, que empezaba a "picar" ya temprano:
Y emprendemos el camino de regreso, con estos paisajes ante nosotros:
Nos disponemos a realizar un vertiginoso descenso:
A lo lejos observamos en primer término la Sierra de Líbar, y tras ésta las de Blanquilla y del Palo:
Seguimos la travesía con bonitas líneas serranas de horizonte y la Sierra de las Nieves al fondo:
Poco a poco nos acercamos a Villaluenga, con su peculiar plaza de toros cuadrada y su rústica fisonomía:
Caliza, pasto y encina... Por ahí hemos salido del tramo a media ladera de la Sierra del Caíllo:
Seguimos bajando por estas acusadas pendientes poco a poco:
Nos metemos en la canal que no cojimos la noche anterior, por lo que erramos nuestro camino:
Va quedando menos para llegar al pueblo, v apretando el calor de la mañana:
Nos fijamos en un pozo y hago esta curiosa foto:
Pozo con reptilianos y no pequeños habitantes incluídos:
Y ya sólo nos queda pasar esta última angarilla para llegar al coche:
Ana y Manolo L. en sus últimos pasos de la mañana:
Y por fin llegamos todos a los coches. Había ganas con el calor que empezaba a hacer:
Paramos a la vuelta en una venta y nos pegamos un buen desayuno. Y así terminó una bonita jornada nocturna en la que disfrutamos de un buen paseo por la sierra, bajo una inmensa luna llena, compartiendo la misteriosa noche en la naturaleza. Tuvimos la suerte de ver bastantes cabras monteses, que se movían en la noche como fantasmas, por su silencio y rapidez. Y vimos en la carretera un pequeño y precioso zorro que se dejó ver bastante.
Es una maravilla pasear bajo la luz de una radiante luna cuya luz inunda las sombras de la sierra de claridad...
Muchas gracias a Ana y los 2 Manolos por compartir tan estupenda velada andarina nocturna... Espero que repitamos pronto actividad...
Un saludo a tod@s y espero que os gusten las fotos y el reportaje...
Joaquín
P.D.: Espero con este intento de ser más puntual con los reportajes, ir colgando los tantísimos como tengo atrasados...
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