Ficha Actividad

La Sauceda-Aljibe-Laguna del Moral

INTRODUCCION

En el Parque Natural de los Alcornocales se agrupa un complejo de sierras donde se desarrolla, en excelente estado de conservación, el mayor alcornocal de la Península Ibérica y uno de los más importantes del mundo. Este árbol de carácter mediterráneo, con aspecto generalmente desnudo por la entresaca del corcho, es uno de los elementos más representativos de nuestros bosques y ha alcanzado esta situación privilegiada gracias al aprovechamiento racional de este recurso, explotado desde tiempos inmemoriales.

Las 170.000 ha que ocupa el Parque se distribuyen desde Tarifa, en el sur de la provincia de Cádiz, hasta Cortes de la Frontera en el noroeste de la provincia de Málaga. En su mayoría están colonizadas por alcornoques, en ocasiones mezclados con acebuches, quejigos, robles melojos... dependiendo de las condiciones de humedad y tipo de sustrato.

El alcornoque es un árbol típico de la cuenca mediterránea que ha adquirido adaptaciones singulares para sobrevivir en este clima. Posee raíces profundas para captar agua con mayor facilidad y las hojas tienen una cutícula dura que impide el exceso de transpiración y por tanto la pérdida de agua a través de la superficie. Por último, la corteza de corcho actúa como capa protectora contra el fuego, pues en la región mediterránea existe un fuerte riesgo de incendio durante la época estival.

El atractivo natural de este Parque no finaliza aquí, ya que acoge unos bosques galerías excepcionales, capaces de transportarnos a regiones subtropicales ausentes en la actualidad del continente europeo, al estar formados por especies típicas de estos ambientes que han encontrado en este lugar un refugio adecuado para desarrollarse. Se localizan en los denominados «canutos», valles profundos y estrechos excavados por los ríos.

Los canutos suponen auténticos bosques subtropicales, hoy día desaparecidos del continente europeo salvo en Turquía y España. Estos valles excavados por los cauces fluviales están formados por laurel, rododendro, avellanillo, durillo, aliso, acompañados por acebo, y ejemplares de helechos poco comunes en nuestros bosques. La fauna que habita en estos arroyos está compuesta por mirlos acuáticos, martín pescador, aviones zapadores...

SENDERO LA SAUCEDA-ALJIBE-LAGUNA DEL MORAL

Alcornoques, encajonados arroyos con una vegetación fascinante y una maravillosa panorámica de la provincia de Cádiz, son motivos más que suficientes para lanzarnos a la Subida al Aljibe. El Parque Natural de los Alcornocales, esconde mil y un secretos, que iremos descubriendo a lo largo de nuestro sendero.

Comenzamos nuestro recorrido en el área recreativa La Sauceda, antiguo poblado árabe y posterior refugio de bandoleros y desahuciados, palabra ésta de la que se dice que viene su nombre. Destruido y asolado durante la Guerra Civil, las cabañas e instalaciones de este poblado forestal son hoy un núcleo recreativo ambiental con posibilidad de alojamiento. Tras las últimas cabañas del poblado nos encontramos ante las ruinas de la antigua ermita-escuela, que domina la bella explanada en la que se sitúa.

A través de una pista que tomamos a la izquierda, nos dirigimos hacia un sendero que sube por la margen izquierda del arroyo Pasada Llana: algarrobos, lentiscos y acebuches acompañan a majestuosos ejemplares de encinas, alcornoques y quejigos. Observe estos últimos… ¿ve las bolas con pequeños pinchos que cuelgan de sus ramas? Parecen frutos pero….¡no se equivoque! Son las conocidas como agallas y son alteraciones de los brotes jóvenes producidas por la picadura de un insecto que realiza la puesta en ellos.

Pasado este espectacular canuto de gran belleza y riqueza ecológica, accedemos a una pista que tomamos hacia la derecha durante 20 minutos. Una señalización nos invita a abandonar la pista y tomar un sendero a la izquierda que, a través del canuto de Los Sauces y la Pilita de la Reina, nos conduce al Pico del Aljibe (1.092 mtrs), punto más alto del Parque Natural Los Alcornocales y desde el que se divisa espléndidas vistas sobre gran parte de la provincia de Cádiz (Peñón de Gibraltar, Bahía de Cádiz y costa marroquí).

En la cumbre de la Sierra del Aljibe, el bosque desaparece de forma natural cuando en otras sierras peninsulares conserva su masa forestal hasta los 2.000 m. Esto se debe al viento de Levante, que impone con su fuerza unas duras condiciones a la vegetación en esta cumbre. Lo sorprendente de esta sierra es el hecho de que podemos pasar en pocos Km., de un bosque mediterráneo de acebuches y alcornocales, a otro intermedio de quejigos, a uno típicamente oceánico de robles y a un matorral de alta montaña.

Desde este punto emprendemos la vuelta descendiendo a través de una cómoda pista desde la que se puede observar en su parte más elevada, el vuelo de los numerosos buitres que pueblan la zona y a medida que descendemos el Cerro de La Marina, un espectacular bosque de alcornoques, presentes casi todo el recorrido. Tras tomar el sendero de la derecha al llegar a una bifurcación, nos encontramos las indicaciones que nos llevan a la Laguna del Moral. Este paraje, que debe su nombre al inmenso moral existente allí en el pasado, es digno de cuentos de hadas. Cobijada por un quejigal, la Laguna, hogar de tritones y ranas, renace durante la temporada de lluvias, por lo que sólo se encuentra con aguas desde finales de otoño hasta la primavera. Rodeada de una valla podemos acceder a ella cruzando una cerca situada en la zona derecha según el sentido de la marcha.

Abandonamos este mágico lugar y volvemos al sendero que nos conducirá en sentido descendente hacia una zona algo más despoblada conocida como el bujeo: primitivamente fue densos bosques, pero su fértil suelo fue utilizado primero para cultivar y después para el pastoreo de ejemplares de ganadería retinta. La visión de estas extensas zonas nos conducirá finalmente hasta el final de nuestro recorrido, la casa forestal al borde de la carretera donde dejamos nuestros vehículos.